Orientaciones sacadas del blog de nuestros compañeros de Orientación Andújar, esperamos que os sirvan para comprender y poder actuar con vuestros hijos:
¿Qué es la autoestima?
Mruk
define la autoestima como el hecho de sentirse valioso (merecedor) y capaz
(competente). Así pues, la autoestima resulta de la interacción de dos
componentes: merecimiento y competencia.
Además, la
autoestima actúa como una fuerza que organiza la percepción, la experiencia y la
conducta a lo largo del tiempo. Es decir, la autoestima moldea la conducta, a
la vez que es moldeada por ella: la autoestima proporciona estabilidad a mi
conducta, y al mismo tiempo permanece abierta al cambio.
Una buena dosis de autoestima es uno de los recursos más
valiosos de que puede disponer un niño/a o adolescente. Una persona con
autoestima aprende más eficazmente, desarrolla relaciones mucho más gratas,
está más capacitado/a para aprovechar las oportunidades que se le presenten,
para trabajar productivamente y ser autosuficiente, posee una mayor conciencia
del rumbo que sigue. Y lo que es más, si el/la niño/a o adolescente termina
esta etapa de su vida con una autoestima fuerte y bien desarrollada podrá
entrar en la vida adulta con buena parte de los cimientos necesarios para
llevar una existencia productiva y satisfactoria.
Una persona con autoestima: actuará independientemente,
asumirá sus responsabilidades, afrontará nuevos retos con entusiasmo, estará
orgulloso/a de sus logros, demostrará amplitud de emociones y sentimientos,
tolerará bien la frustración, se sentirá capaz de influir en otros/as…
Con mucha
frecuencia las experiencias capaces de reforzar la autoestima están
relacionadas con el colegio, y por ello producen una ansiedad con la que el/la
niño/a lucha continuamente; la carencia de autoestima le lleva a obtener malas
notas y éstas le inducen a considerarse todavía menos, a tener menos estimación
por sí mismo/a. De esta forma, el/la niño/a entra en un círculo vicioso del que
le resulta cada vez más difícil salir.
Cuando
aumenta la autoestima, la ansiedad disminuye y ello permite que el/la niño/a
participe en las tareas de aprendizaje con mayor motivación.
¿Cómo influye la autoestima en la vida cotidiana?
La autoestima
influye sobre el chico/a en: cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo
se relaciona con los demás, cómo se comporta…
Los cuatro aspectos de la autoestima
La autoestima puede desarrollarse convenientemente cuando
los chicos/as experimentan positivamente cuatro aspectos o condiciones bien
definidas:
- Vinculación:
resultado de la satisfacción que obtiene el chico/a al establecer vínculos
que son importantes para él/ella y que los/as demás también reconocen como
importantes.
- Singularidad:
resultado del conocimiento y respeto que el chico/a siente por aquellas
cualidades o atributos que le hacen especial o diferente, apoyado por el
respeto y la aprobación que recibe de los/as demás por esas cualidades.
- Poder:
consecuencia de la disponibilidad de medios, de oportunidades y de
capacidad en el chico/a para modificar las circunstancias de su vida de
manera significativa.
- Modelos o pautas:
puntos de referencia que dotan al chico/a de los ejemplos adecuados,
humanos, filosóficos y prácticos, que le sirven para establecer su escala
de valores, sus objetivos, ideales y modales propios.
Pueden descubrirse en el/la chico/a problemas de vinculación
si se presenta alguno de los siguientes comportamientos:
- No puede comunicarse con
facilidad, es incapaz de escuchar a los/as demás y comprender sus puntos
de vista.
- Es tímido/a, tiene pocos/as o
ningún amigo/a y elude de forma activa las situaciones sociales; es poco
consciente de los intereses o necesidades de los/as demás.
- Habla negativamente de la
familia, de su raza o grupo étnico.
- Rara vez o nunca se ofrece
para ayudar a los/as demás.
- No cae bien a sus compañeros/as.
- Resulta incómodo a los
adultos o, por el contrario, intenta captar su atención continuamente.
- Quiere ser siempre el centro
de todo y/o constantemente intenta atraer hacia sí la atención de los
demás.
- Suele relacionarse más con
cosas y animales que con gente; lleva un montón de "porquerías"
en el bolsillo y las valora excesivamente.
- Tiene dificultades para
expresar sus ideas y sentimientos de manera directa y para pedir lo que
necesita.
- Le molesta tocar a los/as
demás o que le toquen.
¿Cómo actuar ante el comportamiento de escasa vinculación?:
·
Preste atención a su hijo/a/a cuando le necesite.
·
Demuestre afecto en lo que usted diga o haga.
·
Elógielo/a de manera concreta.
·
Demuéstrele su aprobación cuando se relacione bien
con los/as demás.
·
Respete sus amistades dándole la oportunidad de que
las reciba en casa y demuéstrele que usted las aprueba.
·
Comparta sus sentimientos con él/ella, que vea cómo
le afectan las cosas.
·
Comparta intereses, aficiones y algunas de sus
preocupaciones con el/la adolescente.
·
Haga de cuando en cuando algo especial que satisfaga
sus intereses o necesidades particulares.
·
Pase algún tiempo solo/a con él/ella, sin que las
necesidades de otros miembros de la familia le sirvan de distracción.
El chico/a con escaso sentido de singularidad se expresará
de alguna de las siguientes formas:
- Hablará negativamente de sí
mismo/a y de sus logros.
- Se enorgullecerá poco o nada
de su apariencia.
- Demostrará poca imaginación y
rara vez propondrá ideas originales.
- Hará cosas como se le diga,
sin apenas aportar nada de su propia cosecha.
- Se sentirá incómodo/a cuando
se le destaque o se le pregunte en clase.
- Buscará con frecuencia el
elogio, pero cuando lo consiga se sentirá confuso/a y lo negará.
- Hará alardes cuando no sea el
momento.
- Se adaptará a las ideas de
otros/as. Sigue pero raramente guía.
- Tenderá a clasificar a los/as demás de un modo simple, y es probable que sea crítico/a con sus características personales.
¿Cómo actuar con un chico/a que tiene problemas de
singularidad?
·
Resalte y reafirme sus dotes y características
especiales
·
Acepte que su hijo/a exprese sus propias ideas,
anímele a ello, aunque sean diferentes que las que usted tenga.
·
Transmita su aceptación, incluso cuando haya que
censurar su comportamiento.
·
Descubra aspectos positivos en las ideas o en las
conductas no habituales que manifieste, y alábeselos.
·
Acepte la experimentación por parte de él/ella con
distintos trabajos actividades o ideas.
·
Respete sus puntos de vista, su singularidad,
intimidad y sus pertenencias.
·
Déjele llevar a cabo tareas que supongan
responsabilidad, de forma que vaya adquiriendo conocimiento de sus habilidades
singulares.
El/la chico/a que no desarrolla una sensación firme de poder
suele comportarse de alguna de las siguientes maneras:
- Puede eludir afrontar responsabilidades.
No hará nada por su cuenta y habrá que recordarle constantemente los
deberes que se le han marcado. Se echará atrás en las tareas que supongan
para él/ella un reto.
- Puede tener habilidades muy
limitadas en muchas áreas, las típicas respuestas serían "no sé
cómo" o "eso no sabré hacerlo nunca".
- Puede actuar con frecuencia
dando la sensación de estar desvalido/a y evitará hacerse cargo de los
demás.
- Puede carecer de control
emocional. Una demostración continua de furia, miedo, histeria o
incapacidad para enfrentarse a la frustración indica una carencia definida
de control personal.
- Puede ser excesivamente
exigente o terco/a.
- Puede querer siempre ser el
líder, hacer las cosas a su manera. Será inflexible y se negará a discutir
opciones y a compartir su autoridad.
¿Cómo actuar con un chico/a que tiene una inadecuada sensación
de poder?
·
Estimule su responsabilidad personal.
·
Ayúdelo/a a ser consciente de su propio proceso de
toma de decisiones.
·
Evalúe su procedimiento para resolver las situaciones
problemáticas.
·
Reafirme los éxitos que obtenga.
·
Estimule al/la chico/a a fijarse objetivos
personales, tanto a corto como a largo plazo.
·
Reafírmele cuando influya en otros de manera positiva
Problemas que pueden plantearse con los modelos:
- Suele confundirse con
facilidad. Malgasta el tiempo en actividades que aparentemente no tienen
ningún objeto, o se pueden obsesionar con actividades que no tienen
relación con sus obligaciones más inmediatas.
- Se organiza mal, tanto en
ideas como en comportamiento. Puede ser desaliñado/a en su persona y en
sus cosas. Suele tener su habitación hecha un desastre.
- Confunde lo bueno y lo malo.
- Le cuesta decidirse a hacer o
decir algo.
- Responde a las instrucciones
que se le dan de modo confuso o rebelde.
- Se muestra inseguro/a en los métodos y en los objetivos que elige cuando trabaja en equipo. Solicita continuamente instrucciones y suele insistir en que sólo hay una manera de hacer las cosas.
¿Cómo actuar con un chico/a que carece de modelos?
·
Recuerde que usted es un modelo básico para su hijo/a,
sea un buen ejemplo, acorde con sus creencias.
·
Presente a su hijo/a aquellas personas a las que
usted tiene gran estima, bien mediante el contacto personal, o por otros medios.
·
Ayúdelo/a a entender bien aquellas cosas en las que
cree. Hable con él/ella de su escala de valores. Y si le pregunta a usted por sus
creencias, háblele honradamente.
·
Haga que se proponga objetivos de comportamiento y
aprendizaje que sean realistas. Que razone los pasos que debe dar para
conseguir sus objetivos. Que decida qué debe aprender y en qué medida debe
hacerlo.
·
Que afronte las consecuencias de su comportamiento.
Deje bien clara la relación causa-efecto en lo que se refiere a su
comportamiento y a las consecuencias del mismo.
·
Ayúdelo/a a que entienda cómo puede realizar sus
tareas. Dígale las cosas claras y demuéstreselo si es necesario.
·
Haga un esfuerzo para entender las condiciones que
influyen en su comportamiento. Comprender no significa aceptar permisivamente
conductas destructivas. Intente llegar a decisiones comunes o a normas de
comportamiento mediante el intercambio de opiniones.
Como punto final un consejo: escuche, siga atento/a las
conversaciones con su hijo/a, no reaccione hasta que él/ella no haya terminado,
probablemente aprenda cosas nuevas sobre él/ella y es probable que se dé cuenta
que el/la adolescente se siente más valorado/a cuando se le escucha atentamente.
OTRAS ORIENTACIONES PARA AUMENTAR
LA AUTOESTIMA
-
Mostrar interés cuando el/la niño/a realiza un
trabajo, expresándolo con palabras, opiniones, juicios y actitudes.
-
Demostrar al hijo/a cariño, mediante gestos de
aprobación, contacto físico (besos, caricias, abrazos...).
-
Los regalos son otra forma de demostrar satisfacción
y premiar el trabajo.
-
Cuando hay una actividad que no está bien realizada,
hay que decirlo, pero hay que tener presente que se critica el fallo, no la
persona ( “eres un/a inútil”/”opino que eso no lo has hecho bien”).
-
Evitar el uso de “muletillas” insultantes y no
sentidas: “estás tonto/a...”, o de comparaciones: “Tu hermano/a es más pequeño/a y es más listo/a...”. Hay que
comentar lo que han hecho mal, porqué lo han hecho mal y sugerir una forma de
actuación mejor.
-
Manifestar complacencia, elogiándole, cada vez que el
hijo/a nos presente una actividad realizada, reconocer
el esfuerzo realizado (“me gusta”...
“vale”, “estupendo”...).
-
Consensuar unas mínimas normas familiares de
comportamiento que deben ser respetadas por todos los miembros: reparto de
responsabilidades.
-
Participar de los intereses y aficiones. Fomentar las
actividades lúdicas y de ocio.
-
Asumir sus limitaciones, fracasos..., como algo
connatural no solo a la edad infantil o adolescente.
-
Valorar más el esfuerzo, el empeño en hacer las cosas
bien, que los buenos resultados.
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