Te pasas unos días trabajando las partes del cuerpo, la relación con los sentidos, los estados de ánimo... Y chasssss!
Sorpresa! Te dibujan perfectamente sonriente con brazos y manos de súper abrazos, enormemente grande, y... Unas orejas increiiiiiblessss!!! (pienso: SOS SOS! Yo no me veía así!), menos mal que en la explicación a posteriori, resultan ser ¡mis pendientes! (Tengo que plantearme el dejar de ponerme aros !)