Mª Concepción Robles Martínez
Diplomada Fisioterapia
CDIAT AVANZA (Asociación
APCOM)
El desarrrollo motor y psicomotor
de un niño se produce en etapas sucesivas, cada una de ellas prepara al niño
para la siguiente, y ha de ir conduciéndolo a una madurez que será progresiva.
A lo largo de las etapas los movimientos voluntarios e intencionales serán cada
vez más, así como la adquisición de movimientos finos y precisos, que harán que
el niño se convierta en un ser maduro, y vaya teniendo cada vez más autonomía e
independencia en sus movimientos.
El desarrollo requiere unas
condiciones neurológicas, que harán posible las sucesivas adquisiciones
motrices en cada una de las etapas. Las adquisiciones motoras no son logros
independientes unos de otros, ni son solo aquello que está planteado en
nuestros genes o en nuestro cerebro, sino que es el producto del conjunto de
todo lo anterior con los factores sociales, ambientales, culturales, familiares,
que rodean al niño, y las características propias de él. Por ello existe un
margen de variación en la edad concreta en la que cada niño adquiere cada uno
de los hitos motores que le llevaran a una madurez motora.
También no podemos olvidar que el
desarrollo motor lleva una evolución paralela y con influencia recíproca, entre
el desarrollo neuro-muscular y el desarrollo psicológico. El neuro-muscular,
permite al niño adquirir el tono muscular necesario para mantener las
posiciones (de pie, sentado,..) y el dominio de movimientos coordinados
(manipulación. marcha,..), y el desarrollo psicológico dará la madurez
cognitiva y afectiva.
Características motoras de un niño desde recién nacido hasta los 3 años.
Dentro de las características motoras de un
niño sano, se va a resaltar los signos de alerta que nos pueden indicar que
haya una disfunción neurológica y poder hacer la referencia oportuna al
especialista a fin de que realice un diagnóstico, y así verificarlo, o ver si
es simplemente una variación de la
normalidad sin más.
0-1 mes:
·
Todos sus actos son reflejos, los centros que rigen los movimientos voluntarios no
funcionan todavía, por lo que responden a los estímulos con movimientos que no
controlan. La existencia de reflejos es indicativo de que el niño esta sano y carece de lesiones
neurológicas, algunos de los reflejos desaparecen en el transcurso de los 4 o 5
primeros meses, otros se convierten en acciones voluntarias y otros seguirán
siendo reflejos toda la vida. Algunos de estos reflejos son: el respiratorio y
el parpadeo son de los que permanecerán el resto de la vida, el de succión
pasara a ser voluntario, el de Babinski, que es un reflejo que aparece en la
planta del pie, es de los que desaparecerá casi al año.
·
En el tono muscular predomina una hipertonía (es
una excesiva tensión en el músculo), en las extremidades superiores e
inferiores, y una hipotonía (es una excesiva relajación) en la cabeza y tronco.
·
Postura: si los colocamos boca a bajo tendrá la
postura fetal típica, que es la de los miembros superiores e inferiores
flexionados, y otra característica de la postura, es la asimetría (brazo y
pierna de un lado extendido y el otro flexionado).
·
Los movimientos espontáneos de un bebé ante un
movimiento brusco, son movimientos globales, anárquicos e inadaptados a todo el
cuerpo.
1-2 meses:
·
Aun se mantienen los reflejos.
·
Postura: en posición ventral el tono del tronco
y la cabeza es débil. Predomina la hipertonía y sigue conservando la
posición fetal. En posición dorsal se mantiene aun flexionado.
·
Prensión:
con dos meses va disminuyendo, las manos ya no están tan cerradas.
Signos de alerta: No levanta la cabeza momentáneamente estando boca
abajo, irritabilidad persistente sin una causa clara y trastorno de la succión
o rechazo persistente del alimento.
3-4 meses:
·
Van desapareciendo los reflejos primitivos.
·
Tono del tronco y nuca se van consolidando.
·
Postura: en la posición ventral levanta la
cabeza y se sostienen en los antebrazos. A los 4 meses realiza movimientos
natatorios, (flexión y extensión de miembros superiores e inferiores como si
estuviera nadando).En la posición dorsal utiliza las manos con más habilidad e
indistintamente una de otra.
·
Desaparece el reflejo de prensión palmar
(Gransping), empieza a interesarse por los objetos, y aunque aun no puede
cogerlos, al contacto con ellos abre y cierra la mano, pero la prensión aún no
es voluntaria.
A los 4 meses ya puede llevar objetos a
la boca.
Signos de alerta: Si prevalece la hipotonía y hipertonía (manos
cerradas con el pulgar incluido), no haya control cefálico y asimetría
mantenida.
5-6 meses:
·
Postura: en posición ventral el bebé levanta la
cabeza y gran parte del tronco con firmeza, apoyándose en los antebrazos, y a
los 6 meses se sostiene sobre las manos.; en esta posición puede manipular un
juguete. Intenta ya voltear, es decir, pasar de boca abajo a boca arriba. Apoyado sobre el tórax mueve brazos piernas haciendo el avión.
En posición
dorsal comienza a jugar con los pies, y
llega a la posición de sentado con
un poco de ayuda.
A los 6 meses se mantiene sentado con un
mínimo apoyo.
·
Prensión: a los 5 meses aparece la prensión
voluntaria, coge objetos y se los lleva a la boca, a los 6 meses ya la tiene
bien adquirida.
Signos de alerta: hipertonía en miembros superiores e inferiores, y
hipotonía de cuello y tronco, persistencia de los reflejos arcaicos, no
mantiene la sedestación con apoyo, ausencia de la prensión voluntaria.
7-8 meses:
·
Postura: en posición ventral puede girar sobre
si mismo, y voltear de boca arriba a boca abajo.
Se mantiene sentado sin
apoyo, apoyándose en las manos para no caerse. A los 8 meses la tonicidad del
tronco le permitirá mantenerse sentado con más equilibrio y sin apoyo.
·
Bipedestación:
de pie le gusta saltar y agacharse.
·
Prensión:
intenta coger con pinza inferior (pulgar – meñique). Mantiene un objeto en la
mano si se le ofrece otro, y se lo puede pasar también de una mano a otra,
golpearlo, y soltarlo voluntariamente, por lo que le gustará tirar los juguetes
y ver el ruido que hacen al caer. Con 8 meses se perfecciona la capacidad de
soltar.
Signos de alerta: hipotonía del tronco y cuello, hipertonía de los miembros superiores e inferiores,
no mantiene la sedestación con apoyo, ausencia de la prensión voluntaria.
9-10 meses:
·
Postura: sentado se puede inclinar hacia delante
sin perder el equilibrio, hacia los lados aun le cuesta. A los 9 meses se puede
poner de pie sujetándose a los muebles.
·
Desplazamientos: se desplaza reptando, arrastrándose
y gateando. Estando de pie, apoyado, puede dar algún paso.
·
Prensión: ya la tiene lograda y coge en pinza
superior (pulgar-índice), lo que le permite coger objetos pequeños, y meter y
sacar objetos de cajas.
Signos de alerta: Hipotonía del tronco, no mantener la sedestación,
ausencia de pinza manipulativa, no voltear y falta de interés por desplazarse.
11-12 meses:
·
Desplazamiento: gatea con mas rapidez. Se mueve
apoyándose en manos y pies “marcha del oso”. Puede caminar agarrándose a
muebles y cogido de la mano. A los 12-15 meses comienza a caminar solo; el
equilibrio se apreciara cuando logre agacharse para coger un juguete y no se
caiga.
·
Prensión: perfecciona la pinza y el relajamiento
de los flexores para soltar. A los 11 meses le gusta señalar y explorar con el
índice en orificios. Y a los 12 meses realizará sus primeros encajables, y
hacer garabatos si ve a un adulto
hacerlo.
Signos de alerta: Falta de interés por desplazarse, no mantiene una
sedestación estable, no tiene la pinza superior y ausencia de la bipedestación.
15 meses:
·
Desplazamientos: su locomoción se va asegurando,
sube escaleras gateando.
·
Prensión: Se hace mas fina y precisa, su
motricidad fina ha mejorado mucho, mete bolitas en una botella, pasa las hojas
de un libro,....
Signos de alerta: No camina solo, ausencia de pinza superior y no
arroja objetos.
18 meses:
·
Desplazamiento: sube y baja escaleras poniendo 2 pies por escalón y con
ayuda de las dos manos. A los 21 meses puede bajarlas con alternancias.
Mejora su
equilibrio, lo que hace que pueda saltar con los dos pies, y agacharse para
coger cosas.
Comienza a correr.
·
Prensión: puede lanzar un balón sin caerse, le
gusta garabatear, se quita zapatos y ropa que no tenga botones, ni cremalleras,
ni cordones. Puede comer con bastante limpieza, colocando bien la cuchara en la
boca.
Signos de alerta: Ausencia de marcha autónoma, conducta
estereotipada, no sube escaleras, no garabatea y no hace torres con dos cubos
2 años:
·
Equilibrio: salta con los dos pies sobre el
sitio
·
Motricidad fina: dobla el papel por la mitad por
imitación, construye una torre de 6
cubos, vierte agua de una taza a otra, desenrosca
tapones.
Signos de alerta: No
corre y no construye torres de 3 o 6 cubos.
28 meses:
·
Equilibrio: se apoya sobre un pie sin ayuda, puede
recibir una pelota grande, se mantiene sobre la punta de los pies (se pone de
puntillas).
·
Salto: salta hacia delante.
·
Motricidad fina: pasa las hojas de los libros
una por una, imita el trazo circular (hace círculos).
30 meses:
·
Cambios posturales: se puede levantar cuando
está tumbado boca arriba y ponerse de pie.
·
Desplazamientos: sube y baja las escaleras
alternando los pies sin ayuda,
·
Equilibrio: anda de puntillas, camina sobre una
línea trazada en el suelo.
·
Motricidad fina: puede hacer una torre de 8
cubos, sostiene el lápiz entre los dedos.
34 meses:
·
Desplazamientos: usa los pedales del triciclo, trepa
por espalderas, salta hacia los lados.
·
Motricidad fina: hace un puente con 3 cubos.
3 años:
·
Desplazamientos: corre de puntillas.
·
Salto: salta hacia atrás, salta a la pata coja
sin ayuda, salta una cuerda a 20cm del suelo.
·
Equilibrio: puede girar al correr, puede controlar
la parada en la carrera, lanza una pelota con los pies fijos.
·
Autonomía
personal: Se pone/quita solo la ropa.
Signos de alerta a
cualquier edad: Movilidad, tono o postura
anormal. Movimientos involuntarios (actitud distónica de manos, hiper-extensión
cefálica...). Movimientos oculares anormales. Retraso en la adquisición de los
ítems madurativos (screening). Macrocefalia, microcefalia, estancamiento del perímetro
craneal.
Todo esto es lo que un niño debe
de ir desarrollando a lo largo de sus 3 primeros años de vida a nivel motor, y
esos signos de alerta son los que nos pueden avisar de que puede haber un
problema, aunque también hay unas variaciones de esta “normalidad”, pero que no
tienen un carácter patológico, es decir, no tiene porque haber una patología
tras ello, y son:
§
Pinza manual entre
el dedo pulgar y medio.
§
Deambulación
autónoma independiente en forma de gateo, sobre las
nalgas, reptando.
§
Marcha sin fase
previa de gateo.
§
Marcha de puntillas
(tip-toe gate).
§
Rotación persistente
de la cabeza.
§
Retraso simple de la
marcha.
§
Movimientos
asociados: sincinesias.
§
Retraso en saltar
sobre un pie.
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